meditación para niños: multivitamínico para una vida feliz


Por: Stefanie Soehlemann Reimers, psicoterapeuta infantil integrante de psii.

 

¿Te gustaría que tu hijo o hija tome buenas decisiones?, ¿que no se enoje tanto y que maneje mejor sus miedos?, ¿que se distraiga menos en la escuela?, ¿que sea más digno de confianza?, ¿que esté más feliz y en paz?…

¡La MEDITACIÓN PARA NIÑOS puede ser la opción!

Actualmente la vida en las grandes ciudades se ha vuelto compleja, porque hay muchos aspectos que sortear para poder tener una vida en balance y feliz. Por un lado, la sobre población se ve reflejada en el tránsito vehicular, provocando que la mayoría de los niños y niñas pasen mucho tiempo en los trayectos de la casa a la escuela y de regreso. Luego por la tarde, si tienen actividades extraescolares, nuevamente ida y vuelta a la clase de fútbol, natación, música, arte, etc., y cuando finalmente llegan a casa tienen que hacer la tarea, de manera que apenas les da tiempo de jugar un poco, cuando ya se tienen que meter a bañar o preparar sus cosas para el día siguiente, cenar e irse a dormir. Y si a esto agregamos que los pocos ratos que tienen libres los absorbe la tecnología (televisión, videojuegos, tablets, celulares), los tiempos de descanso, esparcimiento, ocio y juego, se ven reducidos al mínimo.

Por otro lado, es una realidad que la situación política, social y económica, lleva a la mayor parte de la población a formar parte de un sistema y esquema laboral, que reduce mucho los espacios de convivencia en familia e inclusive para dedicar a uno o una misma como adulto. Y si esto es así para los adultos, ¿cómo será para los niños?

En la escuela es común que los niños no pongan atención, se levanten de su lugar, se muestren desmotivados, no quieran trabajar, estén irritables, se peleen con sus compañeros, y en casa se resistan a hacer la tarea. Sin embargo, habría que preguntarse, ¿cómo no van a presentar estas dificultades, si en su rutina diaria casi no tienen tiempos de juego y descanso? Si como adultos a veces tenemos estos problemas, ¿cómo un niño o niña va a poder tener un buen rendimiento si no hay un balance en su vida?

No es casualidad que hoy en día las prácticas de yoga y meditación estén adquiriendo cada vez mayor popularidad. Si estas técnicas ofrecen muchos beneficios para la vida diaria de los adultos, ¿por qué no también para los niños?

La meditación incluye a una gran variedad de prácticas de entrenamiento de la atención, con el fin de expandir el sentido de presencia, de ser consciente. La práctica de la meditación desarrolla habilidades ya existentes, refina y profundiza las inherentes capacidades humanas de concentración, curiosidad e intuición. En ellas siempre está implícita la disciplina, que significa tener una atención entrenada, perseverancia y naturalidad, o sea, libertad y apertura a lo que pueda suceder sin prejuzgar o controlar (Palma, 2002).

 

Algunos de los beneficios de la meditación para niños y niñas son:

Tomar buenas decisiones

Cometer menos errores            

Atraer el respeto de los demás

No enfadarse tanto y manejar mejor sus miedos

            Estar menos preocupado y frustrarse menos

No estresarse con el trabajo ni con los exámenes

Poder prestar más atención a las personas que quiere

Descubrir que su presencia agrada más a la gente

Distraerse menos con cosas inútiles    

Ser más digno de confianza

Concentrarse y aprender con más facilidad

Rendir mejor en los deportes y juegos

Descubrir y desarrollar libremente sus talentos

Disfrutar más de la naturaleza y de las cosas simples de la vida      

Sentirse en paz y feliz

 

Como ya se mencionó, existen diversos tipos de meditación: Por ejemplo, las meditaciones corporales, entre las cuales están las de movimiento y las fisiológicas, como son aquellas que enfocan la atención en el pulso, la respiración o el oído, o las que consisten en poner atención en nuestras sensaciones. También existen las meditaciones de contemplación y las de visualización creativa, ya sean guiadas o propias.

Para saber qué tipo de meditación es la más conveniente para tu hijo o hija, hay diferentes factores que debes tomar en cuenta: Su edad, su forma de ser (qué tan activo es), su temperamento, y si tú como madre o padre practicas alguna técnica de meditación, en la que te gustaría y podrías involucrarlo(a). Esto último, cabe mencionar que sería un beneficio adicional, pues además de funcionar para su propio bienestar, ayudaría a que el ambiente en familia sea más agradable y los vínculos se fortalezcan, al estar compartiendo todos los miembros de la familia una actividad en común. 

En términos generales, la práctica de la meditación como tal, no se recomienda en niños menores de 8 años, ya que sus periodos de atención son muy cortos y su nivel de actividad difícilmente les permite poder estar quietos meditando por más de 5 minutos. En estos casos se recomienda que hagan algo más activo, como puede ser el yoga, o bien, técnicas de meditación de contemplación, como colorear mandalas o dibujar en la arena. Ahora que si tu hijo o hija es mayor a 8 años y logra permanecer sentado o acostado por lapsos de 10 a 15 minutos, la meditación guiada o visualización creativa, así como las prácticas que se enfocan en la respiración, pueden ser excelentes opciones.

Si esta propuesta te resulta interesante, y a ti -como adulto o adulta- te llama la atención meditar, no dejes de buscar espacios donde puedan practicar en familia.

 

meditación para niños

 




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