abuso sexual infantil o adolescente, ¿cómo identificarlo?


ABUSO SEXUAL INFANTIL O ADOLESCENTE, ¿CÓMO IDENTIFICARLO?

Por: María Eugenia Tinoco Artigas, psicoterapeuta emocional integrante de psii.

Según estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa el primer lugar en abuso sexual infantil y adolescente, con 5.4 millones de casos por año. Pero lo aún más alarmante que estas cifras, es el hecho de que en casa no le demos la importancia necesaria, y que siga habiendo quien piense que los niños podrían no estar diciendo la verdad o que lo que dicen podría ser producto de su fantasía. Al mismo tiempo, como lamentablemente lo más común es que el agresor se encuentre dentro de la propia familia, se opta por encubrirlo, sin consciencia de las terribles consecuencias psicológicas, que el abuso puede llegar a tener en el desarrollo y la vida entera de un niño o adolescente.

En su libro “El Sexo que se Calla”, Diana Sullivan Everstine y Louis Everstine, exponen los siguientes como SÍNTOMAS CLAVE que pueden presentarse en menores que han sido o están siendo abusados sexualmente:

1. Miedo: Esta reacción inicial es muy común; pueden expresar miedo y/o ansiedad extremos.

2. Incapacidad de confiar, debido a la traición que la víctima ha sufrido a manos de un adulto.

3. Cólera y hostilidad: Los menores raramente pueden expresar su intenso enojo hacia el agresor, por lo que lo transfieren a otras personas.

4. Conducta sexual inapropiada: Los niños o adolescentes víctimas de abuso sexual, pueden tratar de mostrar lo que les hicieron actuándolo en público, o bien, reproduciéndolo con niños más pequeños.

5. Depresión: Ya que ellos no tienen la posibilidad de expresar la impotencia por lo que les han hecho, es muy común que desarrollen depresión.

6. Culpa o vergüenza: Los niños son por naturaleza egocéntricos, por lo que pueden erróneamente aceptar la responsabilidad por los actos de otras personas hacia ellos.

7. Problemas en la escuela: Un bajo rendimiento escolar, puede también ser reflejo de abuso sexual.

8. Problemas somáticos: Muchos chicos que son abusados sexualmente interiorizan su trauma, y es entonces cuando se pueden mostrar desórdenes somáticos.

9. Problemas para dormir: En estos casos son frecuentes las dificultades para conciliar y mantener el sueño, las pesadillas y otros trastornos relacionados.

10. Problemas con la comida: Que se manifiestan con un aumento o disminución del apetito, o bien, una tendencia a atesorar la comida.

11. Conducta fóbica o evasiva: Las víctimas también pueden llegar a mostrar una amplia gama de conductas fóbicas.

Sin embargo, cuando existe un vínculo afectivo importante entre el niño o adolescente y su agresor, como sucede cuando este último es un integrante de la propia familia o alguien muy allegado a la misma, se vuelve mucho más difícil identificar estos síntomas, en cuyo caso es necesario recurrir a un experto.

Si tienes la menor sospecha de que tu hijo o hija haya sido o esté siendo víctima de abuso sexual o de otra índole, no lo ignores, ni le restes importancia o lo dejes pasar, busca DE INMEDIATO ayuda profesional.

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