buenos hábitos de sueño en este regreso a clases


BUENOS HÁBITOS DE SUEÑO EN ESTE REGRESO A CLASES

A casi una semana del regreso a clases, aquí te damos algunas sencillas recomendaciones que ayudarán a tus hijos a readaptarse a la rutina escolar con mayor facilidad y evitando el estrés.

Específicamente nos vamos a referir al tema del SUEÑO, por ser un aspecto muy importante que suele verse afectado durante las vacaciones, puesto que a los niños les damos oportunidad de irse a la cama más tarde de lo habitual, generalmente después de una rutina bastante intensa de actividades durante el día (cursos de verano, paseos, viajes, visita de familiares, etc.).

DETERMINAR EL NÚMERO DE HORAS DE SUEÑO DE ACUERDO A LA EDAD

Lo primero que te sugerimos es revisar cuántas horas deberían dormir tus hijos, según su edad, para mantenerse sanos y poder responder a las demandas del día a día en todos los ámbitos. Puede haber ligeras variaciones entre los expertos, pero a efecto de simplificar, podemos decir que la mayoría coincide en lo siguiente:

4 a 12 meses12 a 16 horas incluyendo siestas
1 a 2 años11 a 14 horas incluyendo siestas
3 a 5 años10 a 13 horas incluyendo siestas
6 a 9 añosAlrededor de 10 horas
10 a 12 añosAlrededor de 9 horas
13 a 18 años8 a 10 horas

Lo anterior, por supuesto, es sólo un parámetro general, que podría y de hecho debería ajustarse a las necesidades particulares que los padres observen en cada uno de sus hijos.

FIJAR LA HORA IDEAL DE LEVANTARSE

Una vez identificado el número de horas de sueño que requieren tus hijos, determina la hora en que tendrán que levantarse por la mañana, de manera que cuenten con tiempo suficiente para desayunar y alistarse para salir de casa rumbo al colegio. En este punto te pedimos que tengas cuidado y no caigas en el error tan común de que, por no levantarse a tiempo (tú y tus hijos), después tengan que correr todos y «acelerar porque ya se hizo tarde». Cuando esto sucede, surge el nerviosismo, la impaciencia y la intolerancia, que sólo generan conflictos innecesarios. Por el contrario, si se cuenta con tiempo suficiente, estas primeras horas de la mañana se vivirán en calma, y así los niños (y tú), estarán en mejor ánimo y disposición para comenzar un día agradable y productivo.

DETERMINAR LA HORA DE IR A LA CAMA

Ahora sí, cuentas ya con elementos suficientes para determinar cuál deberá ser la hora de ir a la cama, de manera que tengan las horas de sueño necesarias y se levanten por la mañana con tiempo holgado para llegar puntualmente a la escuela. Esta hora de ir a la cama debe ser siempre la misma, a fin de que se desarrolle un hábito sano de sueño. De hecho, lo recomendable es que al principio apliques el mismo horario toda la semana (de lunes a domingo), y sólo hasta que el hábito esté perfectamente bien establecido, podrás hacer alguna excepción los viernes o sábados, en ocasiones especiales, permitiéndoles permanecer despiertos hasta un poco más tarde (máximo una hora).

DISEÑAR UNA RUTINA PREVIA A IR A LA CAMA

Es necesario diseñar y mantener una rutina de actividades antes del sueño, que se lleve a cabo siempre de la misma forma y en el mismo orden, por ejemplo: baño, cena, cuento, despedida y ¡a dormir! Este “ritual” hace que su organismo, su cerebro, comience a relajarse y se prepare para descansar. Asimismo, ayuda mucho a que los pequeños entiendan que el acto de dormir es una actividad y una necesidad más, y a que aprendan, de una forma natural, a desarrollar autonomía a la hora de dormir, siendo capaces de conciliar el sueño por sí mismos y volverse a dormir en caso de que despierten durante la noche. A partir de los 2 años, los niños ya pueden elegir el pijama que quieren usar, el peluche o juguete con el que quieren dormir, y el cuento que desean escuchar. Esto los hará partícipes de la rutina, y favorecerá el que se vayan a la cama mucho más contentos y tranquilos.

CERO JUEGOS BRUSCOS, TELEVISIÓN O DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS

Otra recomendación muy importante y que avalan muchos estudios sobre el sueño a nivel mundial, es evitar los juegos bruscos, las actividades de mucho movimiento o excitación, y por supuesto, el uso de la televisión o de cualquier dispositivo electrónico, al menos hora y media antes de irse a la cama.

Comenzando porque los niños menores de 3 años no deberían estar expuestos nunca a dispositivos electrónicos y los mayores no tendrían que utilizarlos más de una o dos horas al día, dependiendo de la edad y bajo estrecha supervisión, pero sobre ello ya hablaremos en otra oportunidad (mientras tanto, quizás te interese este artículo: «Uso racional de la tecnología en el hogar»).

Igualmente debemos estar conscientes de que el uso de la televisión y los dispositivos electrónicos, justo antes de la hora de dormir, perjudica gravemente el correcto descanso, debido a que la luz que emiten las pantallas anula a la melatonina, que es la hormona encargada de regular el ciclo del sueño.

Recordemos que en TODAS LAS EDADES, pero más aún tratándose de niños y adolescentes, los beneficios de un tranquilo y prolongado sueño, incluyen: mejor atención, comportamiento, aprendizaje, memoria, regulación emocional, mejoría en la salud física y mental, en una palabra, CALIDAD DE VIDA.

Psicóloga Infantil Aurea Díaz de León Carrasco, directora de psii.

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