INTELIGENCIA EMOCIONAL… SÍ, PERO ¿POR DÓNDE EMPEZAR?
Por. Cecilia Saldaña Fentanes, psicoterapeuta psicoanalítica infantil integrante de psii.
En este artículo, quisiera empezar por desmenuzar un tema que en las últimas décadas ha ido cobrando mucha importancia, y que además de ser muy útil, es fundamental para nuestro desarrollo y crecimiento: LA INTELIGENCIA EMOCIONAL (IE).
Daniel Goleman fue el primero en nombrarla y hablar de ella en 1995, en su libro «Inteligencia Emocional». Como se imaginarán es un tema sumamente amplio, pero a pesar de haber todo un libro y muchos más que profundizan en él, en esta ocasión quisiera enfocarme en sólo uno de los principales aspectos, con el cual empieza el proceso necesario para el desarrollo de la inteligencia emocional: el AUTOCONOCIMIENTO.
El autoconocimiento se refiere al conocimiento de uno mismo, de nuestras creencias, aptitudes, cualidades, defectos, preocupaciones, miedos, pero sobre todo, es aquel que nos lleva a conocer nuestras EMOCIONES. Es decir, qué emociones siento y por qué las siento. Y para poder llegar a ese punto, es necesario ser capaces de adentrarnos y profundizar un poco más en nosotros mismos.
Aquí les comparto algunas preguntas que, si se dan la oportunidad de contestar con calma y detenimiento, les puede ayudar a iniciar esta aventura en su autoconocimiento. Les sugiero tomar una hoja y una pluma, para poder anotarlas y responderlas.
1. ¿Cómo me siento en este momento de mi vida? ¿Hay alguna cosa que desearía cambiar? (si son varias, anótalas y enuméralas en orden de importancia para ti).
2. Eso que deseo cambiar, ¿depende de mí? ¿Qué puedo hacer para generar ese cambio? (si son varias cosas, enuméralas e intenta definir qué acciones concretas tendrías que realizar).
3. Menciona 5 fortalezas que reconozcas en ti.
4. ¿Cuánto tiempo dedicas para ti al día (a hacer algo que te gusta, meditar, hacer ejercicio, etc.)?
5. ¿Qué de aquello que viviste en tu infancia, te gustaría que tus hijos no vivieran?
6. ¿Qué de aquello que viviste en tu infancia, te gustaría que tus hijos sí vivieran?
7. Menciona 3 cosas que te gustaría cambiar de ti.
8. ¿Te sientes satisfecho con la persona que eres?
9. ¿Te sientes satisfecho en tu rol de mamá o papá? ¿Hay algo que te gustaría cambiar al respecto?
10. ¿Eres capaz de identificar las emociones que sientes y qué las originó?
Especialmente como papás, es importante saber que nosotros somos EL EJEMPLO a seguir de nuestros hijos, y que si detectamos que hay cosas que deben cambiar, es importante empezar por nosotros mismos.
“Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra”
Nunca es tarde para trabajar en nuestra inteligencia emocional y fortalecernos. Les aseguro que eso que nosotros logremos en nuestra vida, será una herencia invaluable e inevitable que dejará huella en nuestros hijos. Será como una prueba superada para nosotros y a la vez para ellos.
Casi todos como papás, deseamos que nuestros hijos sean felices, y aquí la primera pregunta tendría que ser: ¿YO SOY FELIZ?

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